¿Cómo es el nuevo cliente de farmacia?
El cliente de farmacia ha cambiado en los últimos años a causa del avance de las nuevas tecnologías y la situación generada por el COVID-19. Nos encontramos ante un consumidor con diferente forma de informarse, relacionarse e, incluso, con nuevos hábitos de consumo.
Las farmacias deben empezar este nuevo año conociendo cómo es este nuevo perfil de cliente. Solo así podrán adaptar sus recursos y acciones para seguir captando la atención de un nuevo público y fidelizar a aquellos compradores habituales.
¿En qué ha cambiado el nuevo cliente de farmacia?
- Las ventas de las farmacias online han aumentado en un 73 %. El cliente de farmacia compra, cada vez más, vía online. Es cierto que acude en menores ocasiones a la farmacia, pero cuando lo hace aprovecha para llenar la cesta y comprar todo aquello que necesita.
- También utilizan el móvil en el sector farmacia, aumentando las compras desde estos dispositivos en un 45 % con respecto al año anterior.
- El 60 % de los usuarios aprovechan la vía online para informarse de un producto antes de acudir a comprarlo: precios, características, disponibilidad… Incluso consultan las valoraciones o comentarios de otros usuarios antes de decidirse.
- A pesar de informarse vía online, el 42 % de los consumidores de Consumer Health continúa requiriendo asesoramiento del personal de farmacia. Ese valor añadido que ofrecen las farmacias, incluso vía online, frente al que no pueden competir los grandes marketplaces.
- Siguen a sus farmacias de confianza en las redes sociales. Además alguno de ellos, entre el 20 y 30 %, deciden suscribirse a su newsletter para conocer todas las novedades y recibir ofertas personalizadas.
Sin duda alguna, nos encontramos ante un cliente de farmacia totalmente diferente al conocido hasta el momento. Un consumidor que presta atención tanto el escaparate físico como al mostrador virtual de la farmacia a partes iguales. En Farmacom podemos ayudarte a adaptar tu farmacia a los nuevos tiempos.
Qué es el Brand Trust y cómo aplicarlo en la farmacia
Los continuos cambios de los canales de comunicación digital y las nuevas tecnologías, han otorgado un poder importante al consumidor actual. Éste deja atrás el boca a boca y empieza a opinar a través de las redes sociales, blogs y canales online. Por este motivo, las empresas y los negocios online han iniciado un cambio hacia el "brand trust" o confianza de marca.
¿Qué es el Brand Trust o confianza de marca?
Como muchos sabemos, la confianza no se compra, se gana. Una relación entre marca y cliente es un camino muy largo cuyo objetivo es crear una confianza basado en el trabajo y el esfuerzo. Aunque se trata de un camino costoso, se caracteriza por ser una emoción positiva que influye directamente en la relación con la marca empresa. Así pues, el Brand Trust se puede definir como:
"Un elemento intangible de éxito para una marca. Difícil de construir pero sólida una vez establecida con su audiencia"
En este sentido, el sector farmacéutico debería dejar atrás lo tradicional para centrarse en las relaciones con el cliente, ya que la confianza es la base entre personas y marcas. Nuestro cerebro está preparado para conectar inicialmente con empatía y confianza pero, esto nos puede hacer vulnerables en muchas ocasiones creando situaciones irreales en nuestra mente.
Tipos de Brand Trust o confianza
Existen muchas formas de establecer una confianza. Cada farmacia puede generar una relación equilibrada en función de cada una de ellas:
- Confianza funcional. Basada en fortalecer la fiabilidad, la calidad y el value for money.
- Confianza relacional. Basada en la relación entre la farmacia y el consumidor. Recoge aspectos como la comunicación honesta y las respuestas adecuadas a los problemas de los clientes.
- Confianza basada en la aportación de valor. Refleja el conjunto de acciones de valor social dirigida a los empleados y los clientes. Se construye más allá del producto o servicio.
¿Cómo construir una confianza de valor?
Para que una farmacia pueda construir un Brand Trust adecuado, deberá seguir unas reglas de marca, es decir:
- Encontrar un propósito: Un cliente no compra por lo que es una farmacia sino por lo que hace. Las personas no conectan con un producto sino con los significados o sentimientos que encuentra en el interior de la misma farmacia.
- Señalizar los intereses: Marcar la esencia y el propósito de la marca farmacia. Por eso, el equipo de trabajo y los clientes deben de seguir los mismos valores y creencias.
- Eliminar las expectativas y mostrar la realidad: Es importantísimo enlazar las promesas con la realidad. La empatía es el elemento fundamental de confianza. Para ello, es necesario medir los efectos que causamos en el cliente a través de las acciones de la farmacia. Reducir lo "inesperado" por el cliente construirá una confianza real.
Desde Farmacom te recordamos que la construcción de la confianza es un camino continuo que lleva toda la vida y no esta confianza es un trabajo del día a día.
El Design Thinking para farmacias
Satisfacer las necesidades de los clientes es el objetivo principal de todo empresario. Con el paso de los años, los productos y servicios se dirigen cada vez más a los clientes. El Design Thinking es la nueva metodología que se ha venido introduciendo gradualmente.
¿Qué es el Design Thinking?
El Design Thinking está relacionado con la creatividad y la innovación. Permite a las empresas diseñar productos que se diferencian en el mercado y asumen un papel de mayor relevancia en su entorno competitivo. Este nuevo concepto va muy ligado a los diseñadores y a su forma de solucionar los problemas.
Hasta hace poco, la innovación, la creatividad y el diseño era característico de empresas exclusivas. Hoy en día, el Design Thinking se introduce en todos los sectores empresariales cuyo objetivo es conocer y satisfacer las necesidades de sus clientes. Cada vez cobra más importancia en el mundo de los negocios y en la búsqueda de la diferenciación en el mercado competitivo.
El Design Thinking en la práctica
El Design Thinking plantea una clara metodología que puede llevarse a la práctica fácilmente. Abarca 5 pasos:
- Empatizar: la información principal del Design Thinking son las personas y sus experiencias con los productos o servicios de una empresa. La investigación va mucho más allá del estudio del ambiente del cliente. Es necesario que la empresa sienta, piense y experimente como el cliente. De este modo, puede entender mejor sus necesidades, problemas y deseos.
- Definir el problema: después de sentir como el cliente, la empresa puede resolver el problema o necesidad. Determinará cuales son las áreas de actuación o oportunidad y buscará una solución innovadora.
- Idear las soluciones: dentro de esta metodología, la disciplina juega un papel fundamental. La aportación de ideas innovadoras para solucionar los problemas es crucial. La clave está en fomentar la participación. Las mejores soluciones a un problema pueden venir de ideas descabelladas y radicales. Lo importante es saber como sacar lo mejor de ellas.
- Prototipar modelos: una vez se encuentre la solución, la idea es realizar un diseño con un prototipo físico o digital. Realizar una buena representación permitirá tener una buena evaluación de su repercusión en el mercado.
- Evaluación de los prototipos: una vez realizado el prototipo, la empresa ya puede interaccionar con los clientes para la búsqueda de la perfección. En este punto, la empresa debe ser consciente de que no todos los prototipos son adecuados. Existe la posibilidad de tener que volver a puntos anteriores para dar un mejor resultado a los clientes. El Design Thinking puede aplicarse tanto a nuevos productos como a procesos o mejoras en el interior de la empresa.
El Design Thinking es mucho más que crear e innovar
Puede ayudar a cualquier empresa a resolver problemas y desafíos de una forma distinta y particular. Tiene muchas ventajas. El diseño se convierte en una herramienta cuyo valor no se reduce a la innovación y la creatividad. Es un método que permite aprender mientras se crea y ayuda a reducir los riesgos.